¡Tu navegador no está actualizado!

Actualiza tu navegador para garantizar que tienes la mejor experiencia y seguridad posibles. Actualizar ahora

×

Iván Isolani

Iván Isolani

Iván Isolani Currículum Vitae

Comunicación
Periodismo
Redes Sociales
Medios de Comunicación
36 años
Capital Federal (1179) Argentina
Desempleado Disponible
Stories by Iván Isolani on Medium medium.com/@isolani.ivan?source=rss-47bdeddc901e------2
Collage de “El Museo de la Caricatura Severo Vaccaro”
24 ago 2019

El Museo Severo Vaccaro es un museo atípico. Entre sus ilustres personajes encontramos cómics y caricaturas del mundo de la política y del espectáculo. Un lugar para grandes y chicos.

El emblema del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro es una cabeza de burro junto a un rey y fue creado por el humorista e historiador Siulnas.

El Museo de la Caricatura nació a principios del siglo XX casi por casualidad en la antigua casa de cambio de divisas llamada Vaccaro ubicada en Av. de Mayo al 600. La amistad que unía a Severo Vaccaro con Eduardo Álvarez, famoso caricaturista de esa época, lo acercó a los grandes dibujantes del momento y ahí empezó esta historia que se convertiría en museo con el paso de los años.

Las paredes de la Casa Vaccaro fueron poblándose de obras a las que el tiempo les regaló el valor del reconocimiento y así se transformaron en un lugar de culto para los amantes de la caricatura.

Recién tras la muerte de Severo, en el año 1945, su hermano menor Vicente tuvo la genial idea de crear con esa colección de dibujos un museo donde la sonrisa fuera permanente y el humor porteño, moneda corriente.

La exposición de originales caricaturas fue creciendo a medida que los autores de los dibujos, así como quienes habían sido caricaturizados, comenzaron a donar trabajos. Pero la muerte de Vicente Vaccaro llevó lamentablemente a que tiempo después la casa de cambio fuese demolida, por lo que el material en exhibición se trasladó a la casa paterna de la familia, en la calle Estados Unidos al 2100.

FUENTE: https://www.welcomeargentina.com/ciudadbuenosaires/museo-caricatura-severo-vaccaro.html

“El Burro y el Rey”. Logotipo del Museo de la Caricatura, basado en la primera viñeta humorística del Padre Castañeda. El logotipo fue concebido por Siulnas en el año 1981.

Historia: Severo Vaccaro, en los comienzos del siglo pasado, comenzó a coleccionar dibujos, ilustraciones y caricaturas en un local de venta de billetes de lotería y cambio de monedas que poseía sobre la Avenida de Mayo. Sobre las paredes del negocio exponía obras entre las cuales se destacaban las de su amigo Eduardo Alvarez, caricaturista de la revista “Caras y Caretas”.
Tras su muerte, ocurrida en 1944, su hermano Vicente crea la “Fundación Severo Vaccaro” y en 1950 el “Museo de la Caricatura”. Este museo tuvo varias sedes, comenzó en la Av. de Mayo 628, luego pasó a la calle Estados Unidos al 2100 y en 1981 pudo comprarse el predio actual del barrio de Constitución.
Estrecheces económicas hicieron discontinua su apertura al público. En la actualidad el museo ha encarado un ambicioso programa de actividades, con ciclos de cine, conferencias, presentación de libros, exposiciones, homenajes a periodistas y caricaturistas. Dirige el museo el periodista e ilustrador Francisco Mazza, quien fuera director de la revista “Rico Tipo”
En su acervo se destacan, entre otras, obras de Landrú, Quino, Columba, Garaycochea, Sabat, Tabaré, etc. Una caricatura política, señalada como la primera en el país y fechada en 1812, “El burro que decía Viva el Rey” es el orgullo del Museo.

FUENTE: https://www.buenosaires.gob.ar/areas/cultura/cpphc/sitios/detalle.php?id=83

En 2003 fue declarado “Sitio de Interés Cultural” por la Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, mediante la Ordenanza 48.475/1994

Alias “el Capataz”, “el Tábano”, “Cucaracha” y otros motes que han escapado a mi memoria.

La idea de fundar un museo de la caricatura le nació a este doctor en Química, por disponer de varios originales de tapas de “Caras y Caretas”. Pero su constante actividad en busca de otros caricaturistas, hace suponer que sin aquellos dibujos, la idea del Museo le hubiera surgido de todos modos.

Porque Vicente Vaccaro era un verdadero sabueso para localizar caricaturas, y estaba atento a los anuncios en las carteleras de exposiciones, por si en alguna de éstas se filtraba la palabra “humor” o “caricatura”.

Cuando un caricaturista era localizado de esta manera e invitado a conocer el museo, se encontraba con la sorpresa de estar “fichado”, como si hubiera intervenido Interpol aunque sólo en el rubro dibujo, y junto a su ficha se hallaban todos los recortes periodísticos que mencionaban su reciente exposición, con una prolijidad que a menudo envidiaba el propio autor. Por su parte, el visitante que trataba por primera vez con Vaccaro, no podía dejar de mirarlo con extrañeza cuando se presentaba como el “Capataz” del Museo o “presidente anticonstitucionalísimo del Consejo Supremisísimo de caricaturistas y caricaturizados”. Pero seguramente lo hubiera mirado con más extrañeza de haberse enterado que, aplicando sus propias ideas sociales, todo el beneficio que producía la Casa Vaccaro se repartía entre sus empleados, a quienes dejó el establecimiento en su testamento.

EL MUSEO DE LA CARICATURA Y EL GRAN SALTO A LA CALLE FLORIDA

En julio de 1952 realicé mi última exposición en los salones de MEEBA (Asociación -ex Mutualidad- de Estudiantes y Egresados de Bellas Artes). Si bien mis muestras recibían numerosos elogios y buenas críticas periodísticas –como ya he dicho–, como el local estaba algo distante del centro de la ciudad y bastante lejos del interés de quienes visitaban asiduamente exposiciones; los únicos que asistían eran los amigos, y lo hacían todos el día de la inauguración.

Mi “descubriminto” –o más bien, la “revelación” de la existencia de ese Museo, hizo que yo mismo me viera de pronto, representado con mis dibujos geométricos en un Museo de la Caricatura cuya existencia había ignorado hasta poco antes, en tanto veía enriquecerse a éste con nuevas piezas donadas por sus autores, a la vez que en lo personal comenzaba a vincularme de cerca a firmas prestigiosas del arte de la caricatura.

Allí conocí famosos y no tanto; entre estos últimos figuraba Marcos Siderman, un dibujante 17 años mayor que yo, que se especializaba en caricaturas “simbólicas”, una modalidad distinta dentro de las diversas corrientes de entonces. Ambos aspirábamos a exponer nuestros dibujos en alguna galería de la calle Florida, pero eso no era fácil para nosotros, especialmente sin pagar el alquiler correspondiente.

Sumido en esas cavilaciones, caminaba por la calle Florida mirando al pasar las galerías allí ubicadas, como algo inalcanzable, hasta que descubrí una librería con sala de exposición en el lugar donde posteriormente se instaló el edificio de un Banco, en Florida 363. Descendí –porque la galería funcionaba en un subsuelo debajo de una cafetería muy concurrida en aquellos días– y la casualidad, o la providencia, quiso que encontrara a una compañera de MEEBA, Felisa Zir, contratada allí para enseñar dibujo y pintura a los chicos. Por ella supe que la Galería Picasso -tal el nombre de esta galería- no cobraba alquiler a los expositores, pero su directora, una señorita alemana de mucha visión comercial –Erika Wartensleben–, seleccionaba a quienes ella consideraba indicados para exponer allí.

Logré entrevistarme con la señorita Erika, quien valoró mis dibujos aunque emitió un juicio categórico:

–¡Al señor Siulnas no lo conoce nadie! Una exposición individual no tendría éxito, pero si usted logra reunir algunos dibujantes conocidos para que expongan con Ud., entonces sí será un éxito.

Salí de la galería sin mucha convicción. ¿Cómo convencer a los dibujantes conocidos? Y suponiendo que lo lograra, ¿de qué me serviría a mí esa exposición?

Días después comenté la propuesta a Siderman, y llegamos a la conclusión de que la consigna era categórica: para obtener el salón tendríamos que lograr la participación de algunas firmas consagradas.

Pero eso no era todo; había que conciliar una muestra en la que las obras de varios dibujantes renombrados compartirían las paredes con las de dos humoristas que no siendo noveles, en todo caso eran poco conocidos por el público.

El enfoque de las caricaturas de Siderman era completamente distinto al mío, y lo que ambos hacíamos era a su vez, completamente distinto a lo que hacían los consagrados. Surgió entonces la idea de hacer una selección de consagrados cuyos estilos fueran completamente distintos entre sí; esa sería la justificación aparente de la exposición.

Siderman y yo éramos poco conocidos para atraer gente a una galería, pero nos sobraba voluntad y pudimos reunir a ocho maestros del humor y la caricatura: Ramón Columba, Guillermo Divito, Toño Gallo, Abel Ianiro, Luis J. Medrano, Alfredo Medrano (hermano del anterior) y Lino Palacio. A cada uno debimos señalarle la participación de los otros antes de tenerla confirmada, para lograr su propia participación.

Al final, la cosa salió mejor de lo que pensaba; aunque de una manera distinta a la que alguna vez hube imaginado, había logrado mi objetivo de que mis dibujos se consideraran en pie de igualdad con los de los colegas que ya tenían hecha su carrera, con gran repercusión periodística.

MÁS DIBUJANTES EN LA GALERÍA PICASSO

Aún no se había clausurado la exposición “Gran Miscelánea Humorística” –ése había sido el título acordado para la exposición–, cuando Erika Wartensleben se acercó muy emocionada para comentarme el éxito logrado:

–Ahora hay que hacer otra exposición con más dibujantes –sostuvo categórica.

–Es una buena idea –respondí gratamente sorprendido, pues esa clase de exposiciones (ahora lo sabía) convenía a mi propia y entonces necesaria promoción–. Dentro de un mes, o dos meses…

La expresión de Erika se endureció y sin dejarme terminar la frase, sentenció:

–¡No! Tiene que ser ya. A lo sumo, dentro de quince días…

La directora de la galería era muy categórica y yo sabía que si las cosas no se hacían de acuerdo a su criterio, había que olvidarse de hacerlas. De modo que con Siderman estudiamos el pro y el contra y decidimos que valía la pena aceptar el reto.

Esta vez se sumó a nosotros el “mono” Villanueva, caricaturista del diario “Democracia”, quien se movió a la par nuestra para comprometer a los dibujantes a que participaran. Perla Siderman –hermana de Marcos–, por su parte, colaboró con nosotros para convencer a los más remisos.

Ella logró con su femineidad, persistencia y trato afable, lo que su hermano, Villanueva y yo, difícilmente hubiéramos logrado; por ejemplo, ser recibida por Dante Quinterno en persona, algo que era “tabú” para nosotros y para muchos humoristas. Sin embargo, ello no le valió para obtener la participación del para nosotros legendario creador de Patoruzú; su pretexto era irrebatible:

–Yo no podría dibujarle un Patoruzú para esa exposición, porque el Patoruzú que yo dibujaba en los primeros años ha sido modificado por mi equipo de dibujantes, y el público ya no reconocería al original. Podría hacerle dibujar un Patoruzú por ese equipo, pero entiendo que no es ésa la clase de representación que buscan ustedes en su exposición…

Por suerte, Quinterno fue una excepción (al igual que todos sus colaboradores de entonces, vaya uno a saber por qué extraño influjo). En cambio, hubo participantes renombrados, que se sumaron como “adherentes” aunque no eran caricaturistas; tal el caso de Raúl Manteola, autor de los retratos que entonces publicaba en sus tapas la revista “Para Tí” (en realidad, Raúl Manteola –pese a ser conocido como retratista, y participar en tal carácter en nuestra exposición– había incursionado antes en el humorismo; aún conservo un aviso realizado por él en 1945 para promocionar la película “Escándalos romanos”, en el que caricaturizó a Eddie Cantor en medio de un remate de bellas esclavas), y el de los publicistas Justo Balza y Humberto L. Caputi, que se sentían verdaderamente muy a gusto en nuestro grupo.

Desde luego, que en parte, su participación alteró nuestro esquema, ya que –-más aplomados por el éxito de la primera exposición y con un flamante caudal de experiencia en el trato con los colegas– queríamos evitar que los dibujantes invitados enviaran (como suele hacerse) originales ya publicados. Con ese fin, establecimos un tema: “El otro yo de los caricaturistas de vacaciones”, pero muy pocos lo tuvieron en cuenta; es muy difícil que el dibujante cuya producción en diarios y revistas es considerable, quiera dedicar tiempo a dibujar especialmente para una exposición.

Algunos, más condescendientes, incorporaron su propia caricatura a un dibujo ya realizado; con todo, varios dibujantes se avinieron a responder al tema.

Cuando aún nos hallábamos abocados a la organización de la muestra y comenzábamos a recibir trabajos, se hizo presente con un cuadro suyo el publicista Humberto Caputi –uno de los no alineados en el humorismo– quien nos comentó que un joven y talentoso dibujante humorístico dedicado a la publicidad, estaba interesado en participar en nuestra exposición. Siderman y yo manifestamos nuestro acuerdo en su inclusión, y “el joven humorista” se hizo presente días después con una humorada sobre Hamlet en la que éste, en vez de calavera, sostenía la cabeza del autor del dibujo: era Carlos Garaycochea.

EL CATÁLOGO CON DEDICATORIA

La certeza de que esta segunda exposición tendría una gran trascendencia, nos hizo pensar en lo interesante que sería dejar un testimonio que se proyectara más allá de la clausura de la muestra, y de paso, hacer unos pesos aprovechando tanto éxito (al final, sólo logramos lo primero), y con Siderman y Villanueva editamos un catálogo de 32 páginas que incluía una página en blanco para dedicarla a cada comprador, reproducciones de la totalidad de los cuadros expuestos, foto de los respectivos autores y una síntesis biográfica de cada uno, figurando Alberto Alfano, Eduardo Álvarez, Guillermo Ares, Justo Balza, Bayón (Narciso González), Alberto Breccia, Ramón Caballé, Humberto L. Caputi, Ramón Columba, Juan Ángel Cotta, Federico Norberto Daloisio, Andreu Dameson, Héctor (Rodríguez), Pascual Güida, Juan Carlos Huergo, Landrú (Juan C. Colombres), Elso (Spertino), Fantasio (Juan Gálvez Elorza), Carlos Garaycochea, Guillermo Guerrero, Atilio De Angeli, José Antonio Guillermo Divito, Francisco Delbueno, Miguel Ángel Dobal, Saverio Lotito, Raúl Manteola, Luis Macaya (h), Ermete Meliante, Fernando Sarlo, Pedro Seguí, Marcos Siderman, Arístides Rechain, Rober-Tito (Alvaro Roberto Ortiz), Arturo Rovegno, Antonio Sanguinetti, Florencio Molina Campos, Roberto Mezzadra, Jorge Palacio (Faruk), Francho (Arnoldo Franchioni), Serviliano Solís, Jorge Sturla, Ricardo de Udaeta, Raúl Valencia, Juan Verona, José Pedrido Villanueva, y yo, quedando fuera de catálogo por sumarse a la muestra cuando aquel se estaba imprimiendo, Teófilo Dabbah, Greco, Germán Loperena Vernet, Luis J. Medrano y Pedro Suñol.

El catálogo incluía además, dos semblanzas: una del Museo de la Caricatura y otra de la Galería Picasso, ambas escritas por el escritor e historiador Narciso Márquez, amigo y asiduo visitante del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro, al que se refirió en el catálogo editado en 1953, de la manera que se transcribe a continuación:

La república y el arte de la caricatura argentino, tienen ya su Museo. Esto es ya un hecho histórico. y, asimismo, es histórica la forma en que fue fundado. Y va siendo histórico las singulares denominaciones adoptadas para los cargos de los jerarcas que la dirigen. Será también histórica su trayectoria informativa y su proyección dentro de la historia artística de la caricatura. Sigamos un orden, estimado lector, y sabremos algo sobre esta realidad.

I.- Este Museo fue creado por la iniciativa de don Vicente Vaccaro y del maestro Ramón Columba. Ambos coincidieron en la idea y juntos le dieron forma concreta. Naturalmente que con la colaboración decidida de otros grandes maestros de la caricatura y también de los jóvenes que, por cierto, aspiran a que como aquéllos, alguna vez se les llame artistas y, ¡por supuesto!, Maestros, así, con mayúscula.

La colaboración solicitada es fácil comprender en qué consistió: en pedir –en “pechar”, según es el léxico adecuado– caricaturas. Y no copias, sino caricaturas originales, a los maestros, a los que aspiran a serlo y a los diletantes. Y también a las víctimas del lápiz e intenciones de los artistas. De este modo es que hoy el MUSEO DE LA CARICATURA “SEVERO VACCARO” cuenta con más de 150 piezas de primera agua, además de copias magistrales de caricaturas de Leonardo da Vinci y de otros históricos, hechos por verdaderos artistas.

II.- Los fundadores de este importantísimo Museo son la mayoría de nuestros grandes caricaturistas decanos y los de la nueva pléyade que se está irguiendo promisoriamente, no sin que hayan dejado de meter las de andar algunos escritores junto con otros intrusos, por puro amor al arte, cuyos nombres omitimos por razones de espacio, pero que ya han sido recogidos en su oportunidad, para la inmortalidad de ellos y para la historia de este arte magnífico, cuya negación sólo puede hacerse por ignorancia o por los tontos engreídos.

III.- Decíamos que es un hecho histórico, porque su existencia es ya una realidad que entra en los dominios de los Derechos Reales del Código Civil, en la existencia jurídica que otorga el Derecho de Gente y en el trascender artístico de este singular arte que es la caricatura.

IV.- Es una institución con jerarcas, pero sin prosopopeya. La cabeza máxima, especie de Pontífice Máximo, que en otras instituciones se llama con todo empaque y seriedad “Presidente”, en el Museo se le llama Capataz. Los demás jerarcas, pese a la seriedad doctoral y a la ceñijunta expresión de sus rostros, se les llama y acatan el dignísimo título de Peón. Simplemente. Y la sede, que sirve de Pórtico Académico, se le ha denominado “CORRAL” con puro sabor caricaturesco para que armonice con el de las jerarquías. Así, pues, el Corral del Museo de la Caricatura, es ya algo semejante a los Pórtico griego, donde los maestros discurren con los discípulos y donde estos procuran hacer primar sus ideas y teorías “nuevas” sobre las VIEJAS teorías e ideas de los viejos maestros y… de los maestros viejos también. Es decir, lo de siempre.

V.- Los únicos títulos que el Capataz, con displicente gesto de autócrata, ha querido respetar, es el que distingue al Secretario del Museo, el dibujante Alfano (que a sí mismo se pinta en un cuadro de Einstein que se expone en la Galería Picasso) y el de Pro-Secretaria (no de Pro-Secretario), cuya elección se ha singularizado en nuestra gentil y encantadora “concólega” –como decía Sarmiento, el Loco–, la “peona” Perla Siderman. Ambos de eficientísima acción… ordenadora.

VI.- Pero, lo substancial es que el MUSEO DE LA CARICATURA “SEVERO VACCARO” existe. Es el capítulo primero dentro de lo que podemos llamar historia de la caricatura. En ningún país del mundo existe un Museo de este género. Tal prioridad corresponde, en el mundo y en América, a la Argentina, merced al genio de un artista (Columba) y al de un científico (Vaccaro). (Publicado en el catálogo “Nosotros los caricaturistas”editado en 1953.)

LAS NUEVAS DONACIONES

Muchos de los trabajos expuestos en la Galería Picasso en 1953, al finalizar la muestra, pasaron a integrar por decisión y entusiasmo de sus autores, el patrimonio del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro. Entre los donantes figuraron Bayón, Juan Angel Cotta, Norberto Daloisio, Atilio De Angeli, Guillermo Divito, Fantasio, Carlos Garaycochea, Guillermo Guerrero,Pascual Güida, Héctor Rodriguez, Juan Carlos Huergo, Landrú, Luis Macaya (h), Ermete Meliante, Jorge Palacio “Faruk”, Antonio Sanguinetti, Pedro Seguí, y José M. Pedrido Villanueva, internacionalizándose el Museo dos años después con las nuevas donaciones recibidas al concluir la Primera Exposición Panamericana de la Caricatura y el Humorismo realizada en el Salón Peuser.

LA ACTUAL SEDE

Si bien el Museo de la Caricatura Severo Vaccaro existe desde hace más de medio siglo, funciona en sede propia desde el 29 de diciembre de 1981 en que la misma fue inaugurada con un acto que reunió a dibujantes, periodistas e intelectuales; los dibujantes que estuvieron presentes son Ferro, Basurto, Siderman, Cativa, Lino Palacio, Sídoli, Toño Gallo, Mirco Repetto, Caloi, Bossio, Mercado, Faruk, Adolfo Mazzone, Liotta, D’Adderio, Taggino, Garaycochea, Cascioli, Borello, Taggino y Limura. Pero ésta es otra parte de la historia y la contaré más adelante.

FUENTE: http://siulnas-historiador.blogspot.com/2008/08/el-museo-de-la-caricatura-severo.html

Museo de la Caricatura “Severo Vaccaro”
La historia argentina en viñetas

En 1945 el químico Vicente Vaccaro, amante del género humorístico, fundo el Museo de la Caricatura en honor a su hermano Severo, que desde principios del siglo XX venía haciendo exposiciones de los dibujantes más importantes de la revista Caras y Caretas en su local de agencia de lotería y casa de cambio, que se encontraba en la Avenida de Mayo al 600: la famosa “Casa Vaccaro”.

Severo Vaccaro, que supo ser “canillita” (en Buenos Aires, niño que reparte y vende periódicos en la calle) para luego convertirse en un respetado filántropo, mantenía una gran amistad con Eduardo Álvarez, afamado caricaturista de la época, que llegó a ser Director de Arte de Caras y Caretas. Y fue Álvarez quien acercó a Severo y los grandes dibujantes de entonces: Cao, Mayol, Sirio, Zavattaro y otros.

De manera que el museo, si bien cuenta con 53 años de existencia, tiene una génesis que data de un siglo. La primera sede del museo fue aquel local de la Avenida de Mayo. Tras la demolición del edificio, se trasladó a la calle Estados Unidos al 2100.

En 1981 se inauguró la sede actual, en Lima 1037, evento que fue un renacer del museo. La década del ’80 puede ser considerada como la época de gloria, bajo la férrea conducción del Dr. Luis Fernández Vaccaro (actual Presidente de la Fundación “Severo Vaccaro”) y del humorista gráfico e historiador Oscar Vázquez Lucio (Siulnas). Es sumamente importante destacar la actuación de Siulnas en aquella etapa: fue uno de los grandes responsables de que el museo sea lo que es hoy en día. Siulnas recopiló tanto material histórico, que llegó a publicar un libro fundamental: Historia del Humor Gráfico y escrito en la Argentina, desde 1800 hasta 1985. Fue editado por EUDEBA, y se encuentra agotado.

Los jóvenes Consejeros que integran la actual Comisión Organizadora del Museo le deben todos sus conocimientos a Siulnas, y su labor en el museo fue ejemplar. Ese es el camino que ellos desean continuar, el que trazó Siulnas. La actual Comisión Organizadora le rinde un constante homenaje a su labor y a su persona.

El camino de la “reapertura al público” (18 de diciembre de 2002)

La triste realidad económica argentina, hizo que la Fundación “Severo Vaccaro” cerrara sus puertas al público en los últimos 3 años, pero mantuvo en perfecto estado de conservación la colección del Museo.

Durante 2002 surgió la figura de Marcelo Niño, un investigador del humor gráfico y la historieta que desde hace un tiempo viene trabajando “ad honorem” en la difusión del género nacional con su “Museo Itinerante de Humoristas Gráficos e Ilustradores Argentinos” (su sitio en la Web es guasa.ya.com/museodehumor). Este museo ambulante (que cuenta con 1.200 dibujos originales donados por sus propios autores o descendientes) viajó gratuitamente y sin cobrar entrada al público por las localidades de Moreno, San Miguel (fue declarado de interés cultural por estos municipios), Banfield, Lomas de Zamora, Mar del Plata, Córdoba, y un largo etc.

Niño sabía (gracias a Siulnas) de la existencia del Museo de la Caricatura “Severo Vaccaro”, y siempre se preguntó por qué estaba con las “persianas bajas”. Averiguó, indagó, investigó y descubrió que el motivo era el que suponía: la falta de fondos. Un museo es un ente vivo, un lugar dónde la gente aprende, se deleita con las enseñanzas de los maestros que nos precedieron, un lugar activo. Para que el Vaccaro se transformara en eso, había que presentar un proyecto “a largo plazo”. Marcelo Niño le explicó su idea al Dr. Luis Fernandez Vaccaro que, al ver el entusiasmo del joven, le dió vía libre para llevar adelante la nueva etapa.

A tal efecto, Niño convocó al dibujante Francisco Mazza. El 18 de diciembre de 2002, se hizo un brindis de fin de año, con la presencia de 90 dibujantes de todas las épocas: Siulnas, Faruk, Dobal, Garaycochea, Guerrero, Sídoli, Solano Lopez, por nombrar solo algunos de los asistentes. Y fueron Fernandez Vaccaro y Niño quienes invitaron a participar a los “jóvenes” dibujantes Fabián Mezquita y el autor de esta nota, quedando conformada la actual Comisión Organizadora del Museo. En Acta firmada el 19 de septiembre de 2003, Marcelo Niño, Francisco Mazza (profesor de historieta en el Museo), Fabián Mezquita y César Da Col fueron asignados “Consejeros de la Fundación Museo de la Caricatura Severo Vaccaro”.

La colección del Museo

El Museo cuenta con 6 salas de exposición permanente:

· Sala Principal Caras y Caretas: La sala contiene una quincena de dibujos originales de las cubiertas de la legendaria revista de humor gráfico y actualidad Caras y Caretas. Allí se encuentran expuestos dibujos realizados desde 1898 hasta los años ’30, aproximadamente. Hay trabajos de Cao, Mayol, Eduardo Álvarez, Zavattaro, Diógenes Taborda, Sirio, pilares del dibujo humorístico argentino.

· Sala Entrada: Es la sala de la entrada principal. Hay dibujos desde la década del ’40 hasta los ’60. Allí se encuentra la escuela estilística de la revista Rico Tipo (Divito, Revelli, Ianiro, Mazzone, Pedro Seguí, Guerrero, Sídoli, Toño Gallo) y dibujos de Lino Palacio, Faruk, Ferro, Dobal, Torino, Taggino, entre otros. La “vedette” de esta sala, es la obra “Mickey Gaucho”, dibujo realizado por Walt Disney en su visita al país en el año 1941.

· Sala Caricaturas de Famosos: Sala dedicada a la caricatura de rostros de famosos de la política y el espectáculo de los años ’50 y ’60. Se destacan las caricaturas de Frondizi, Roosevelt, Churchill, Stalin, Hitler, Mussolini, Perón, entre otros.

· Salas del piso superior: en las 3 salas superiores se completa la colección del Museo, con obras que llegan hasta el año 1985: Quino, Caloi, Rep, Tabaré, Landrú, Sábat, Cilencio, Goyo Mazzeo, Garaycochea, Bróccoli, Villarreal…

La colección del Museo se integra con obras de historieta humorística, caricatura y humor gráfico; por falta de espacio, no se exhiben dibujos de la denominada “historieta seria”.

FUENTE: https://www.imaginaria.com.ar/11/4/vaccaro.htm

RADIOGRAFÍA DEL CONFLICTO DOCENTE
10 mar 2019

Una táctica ya histórica del Gobierno Nacional es la de atacar sistemáticamente a la educación pública. En esa operación busca estigmatizar, demonizar y embestir a les maestres y a les gremios para justificar el desfinanciamiento tanto material como simbólico de la educación pública e imponer una lógica mercantilista de la educación. En un 2019 donde nos quieren inculcar que hay un solo camino, el del ajuste, se da otro otro inicio de clases convulsionado.

Como señaló nuestra compañera, Patricia López, en su nota la característica de este gobierno se basa en el ataque simultáneo a la educación por varios frentes para que les afectades deban dispersar su atención y energía y, de este modo, ganar en algunas cuestiones pero perder en tantas otras. Desde el oficialismo se comenzó una agresiva campaña de desprestigio hacia el campo popular en general y a les miembres de la educación en particular, a través de la voz de los principales referentes del gobierno en los medios hegemónicos de comunicación, tales como la gobernadora Maria Eugenia Vidal, quien a pocos días de asumir declaró que “la educación no daba para más”.

Mediante datos duros, se intentará armar una foto que dé cuenta de algunos porqués del llamado “conflicto docente”.

Paro nacional

Mientras el ministro de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, Alejandro Finocchiaro, acordaba con la Unión Docentes Argentinos (UDA), la Confederación de Educadores Argentinos (CEA) y la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) que el salario docente no podrá ser inferior a los quince mil pesos, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), que no participó de esa reunión, exigió que se restituya la Paritaria Nacional Docente y anunció un paro de 48 horas. A la medida, se plegó el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP).

Por el lado de las provincias: cada una con sus particularidades. Solo 6 llegaron a un acuerdo paritario: Mendoza, Misiones, Tucumán, Santiago del Estero, Neuquén y Chubut. Y otras 4 donde aún no se entablaron negociaciones (La Pampa, Chaco, Formosa y San Luis). Las 14 restantes están negociando. ¿Qué requieren? Restituir el porcentaje del poder adquisitivo perdido en 2018.

Los datos presupuestarios de la “Revolución Educativa”

De un estudio realizado por el Observatorio Educativo de la Universidad Pedagógica Nacional, se desprende que el presupuesto para educación representa el 5,5% del total del presupuesto para 2019, cuando en 2016 durante el primer año de gestión de Cambiemos representaba el 7,8%. No obstante, en términos reales, en los presupuestos de la gestión Cambiemos (período 2016–2019) para educación, hay un descenso del 17%. Además, contempla una rebaja del 68% para el monto destinado a construir edificios escolares y jardines, cuando en plena campaña electoral, el presidente Macri decía que “con la plata del fútbol se podrían construir jardines y hospitales”. También, la partida nominal destinada para la formación docente sigue congelada desde 2016, por lo que, al haber habido en estos años más de 100% de inflación, en términos reales, descendió a un tercio respecto de 2016.

En Provincia de Buenos Aires, según el análisis realizado por el Instituto de Estudios Ciudadanos, para 2019 el gobierno de Vidal destinará el 23,9% del total presupuestado para la Dirección General de Cultura y Educación (DGYCE), lo que implica un ajuste en términos reales del 3,5% respecto al año anterior.

Mientras que en Capital Federal, del total presupuestado, sólo el 17,3% será destinado a la educación, una caída en términos reales del 4,5% respecto del año anterior. Según el análisis del presupuesto realizado por el gremio UTE, desde que Horacio Rodríguez Larreta asumió como Jefe de Gobierno Porteño a fines de 2015, el presupuesto para educación en la ciudad cayó un 15%, en términos reales. Este año, de cada 100 pesos sólo 17 se invertirán en educación.

El decreto 52/18

Ya en 2016, primer año de gestión Cambiemos, el salario docente cayó un 4,8% en términos reales, según consigna CIPPEC. Esta caída no se registraba desde 2003. Si tomamos como referencia el informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), en los 3 años de gobierno que lleva Cambiemos, les docentes perdieron un 14,5% de su salario, como consecuencia de la inflación.

Como parte del ajuste que viene llevando a cabo este gobierno neoliberal, el por entonces ministro de Educación Esteban Bullrich declaraba en marzo de 2017 que “La Nación no paga salarios. En este momento el foco, el protagonismo, es de las provincias, que pagan salarios. La negociación es provincia por provincia”. Así, el Ministerio de Educación Nacional comenzaba a ausentarse de la escena. Ya en enero de 2018, el Poder Ejecutivo encabezado por Mauricio Macri decidió por decreto (n° 52/18) modificar el Decreto 457/07, que reglamentaba la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo promulgada por el gobierno de Néstor Kirchner en 2006. Esta ley reforzaba a otra, la 26.606 de Educación Nacional, que otorgaba a les docentes el derecho a la negociación colectiva nacional y jurisdiccional.

Las modificaciones que instaló el decreto, que llevó las firmas del presidente, del Jefe de Gabinete Marcos Peña y de los Ministros de Trabajo y Educación, Jorge Triaca y Alejandro Finocchiaro respectivamente, son claves y fundamentales para entender un poco el conflicto. Esta nota se va a centrar en dos puntualmente: la discusión paritaria y la representación gremial.

El Decreto 52/18 modificó el artículo 10 de la ley 26.075, la cual consignaba que el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, el Consejo Federal de Cultura y Educación y las entidades gremiales docentes con representación nacional acordarán un convenio marco que incluirá pautas generales referidas a condiciones laborales, calendario educativo, salario mínimo docente y carrera docente.

Así, mediante un decreto presidencial, la gestión macrista echó por tierra y le quitó fuerzas a una conquista de les trabajadores de la educación instaurada desde 2008: la Paritaria Nacional Docente (PND). Según un documento realizado en 2017 por El Centro de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo de la UNSAM, “La paritaria nacional docente es un instrumento de regulación del conflicto sindical que favorece los procesos de mediación entre los actores del sistema educativo. Se trata de un espacio de diálogo para el diseño y la implementación de políticas públicas en el que lo salarial es una condición necesaria pero no suficiente”.

Hasta 2018, la paritaria nacional docente era una herramienta que figuraba en el inciso ‘c’ del Artículo 10 de la Ley 26.075, que fijaba que el salario docente de ninguna jurisdicción del país podía quedar por debajo de un piso salarial, logrando zanjar paulatinamente las desigualdades en las diferentes provincias. Con el DNU, se reemplazó el punto que establecía el piso salarial referencia para todas las provincias por uno que establece que el salario mínimo docente estará un 20% por encima del salario vital y móvil vigente (SMVM), fijado anualmente por la Comisión del Salario.

A raíz de la “situación económica actual”, el gobierno emitió el 27 de febrero a través del Ministerio de Producción y Trabajo una resolución en donde adelanta el anticipo del incremento del SMVM que tenía previsto para junio de este año, pasando de $ 11.900 a $ 12.500. Como contrapunto, la titular de CTERA, Sonia Alesso, aseguró en Página 12 que “hoy la mayoría de los docentes no cubre la canasta alimentaria”, haciendo referencia a que, según lo informado en enero por el INDEC, una familia tipo (de 4 miembros) requería de $ 26.442,92 para no caer debajo de la línea de la pobreza y cubrir los gastos de la Canasta Básica Total (CBT).

Sin ese piso salarial marco para todas las jurisdicciones nacionales, y en el contexto de un recorte de fondos de casi $ 5 mil millones de pesos del Estado Nacional a las provincias previsto en el presupuesto de 2019, cada provincia presenta “la mejor propuesta que puede hacer”, según las propias palabras del ministro de Economía, Hernán Lacunza.

En esta línea, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) publicado en el mes de febrero, “el 80% de los docentes se encuentra por debajo de la línea de pobreza regional de INDEC, y solo siete provincias presentan promedios salariales por encima de la línea”.

Las provincias donde sus docentes no superan la línea de pobreza son Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Formosa, Misiones, Catamarca, Jujuy, La Rioja, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, Chubut, Neuquén, Río Negro y Tierra del Fuego. En tanto, las provincias en las que los docentes sí superan la línea de pobreza son Córdoba, La Pampa, Chaco, Salta, Tucumán, San Luis y Santa Cruz.

La otra modificación sustancial que trajo el DNU macrista es la representación sindical. Tras la salida de Esteban Bullrich del Ministerio de Educación a mitad de 2017, Alejandro Finacchiaro pasó a ser su reemplazante. Para el hoy ministro de Educación, “la batalla cultural es contra los gremios docentes”. Con el decreto, se pasó de un modelo proporcional basado en la cantidad de afiliados de cada gremio a que cada uno tenga tan sólo un representante, sin importar el tamaño en cuanto a número de afiliados. Esto afectó sensiblemente a la CTERA, gremio con la mayor cantidad de afiliados y que pasó de tener 5 de los 9 representantes en la mesa a tener uno sólo, al igual que el resto de los gremios.

“La educación no da para más”

Durante el 2018, la Provincia de Buenos Aires no tuvo acuerdo paritario. La sucesión de reclamos y ofertas del gobierno provincial, muy por debajo de la variación de precios, derivó en que a finales de 2018 la Gobernadora Vidal determinara mediante el Decreto n° 1145/18 un aumento de 32%, más un bono adicional de 7 mil pesos en diciembre.

En febrero de este año, hubo dos reuniones técnico-salariales entre el gobierno provincial y los gremios docentes. La propuesta presentada por los ministros de Educación, Economía y Trabajo provinciales Gabriel Sánchez Zinny, Hernán Lacunza y Marcelo Villegas, contemplaba un piso salarial de $ 18.400 para les docentes sin antigüedad, una cláusula gatillo automática más un 5% adicional a cobrar en enero de 2020. La propuesta fue rechazada por les representantes gremiales de Suteba, FEB, Sadop, UDA, AMET y Udocba. “Para comenzar a discutir los salarios de 2019, primero tenemos que definir la situación de 2018“, declaró Roberto Baradel, Secretario Adjunto de CTERA, a la salida de la mesa. En tanto que los gremios que integran el Frente de Unidad Docente Bonaerense también rechazaron la propuesta y adhirieron al paro de CTERA.

Si tomamos como referencia el informe publicado por el INDEC a mitad de enero de este año, la inflación de todo 2018 fue del 47,6%, la más alta desde 1991 (84%). Además del -aún peor- 55,8% del aumento interanual medido por el INDEC de la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) que se registró entre enero de 2018 y enero de 2019. Lo que les docentes nos enseñaron en primer grado es que, si hacemos la operación matemática “resta” entre el 47,6 de la inflación menos el 32 de aumento salarial por decreto, nos arroja que, en la carrera entre la inflación y las paritarias, les docentes de la Provincia de Buenos Aires perdieron un 15,6% de su salario en términos reales, número que se reduciría al 7% considerando el bono de diciembre, como consigna el informe del CEPA.

Y mientras la gobernadora pide perdones mediáticos a les docentes, su ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, ya declaró que los días de paro van a ser descontados. Además, para 2019, sólo el 1,3% del presupuesto destinado a educación será para la Infraestructura Escolar, bajando del 5,3% presupuestado para 2018. Tomando en cuenta que el 2 de Agosto se produjo una explosión en la Escuela N° 49 Nicolás Avellaneda de la localidad de Moreno, acabando con la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, el presupuesto para infraestructura escolar será el más bajo desde el 1,2% de 2010, según cifras de la UNDAV. Sin dejar de recordar que, a dos meses de lo ocurrido en Moreno, mediante una resolución del Director General de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny, se disolvió la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), a cargo del mantenimiento en escuelas y jardines.

Larreta y sus antecedentes contra la educación

En la reunión paritaria que se llevó a cabo el 21 de Febrero, la ministra de Educación Porteña, Soledad Acuña, ofreció un aumento escalonado del 23% y una cláusula de revisión, más un 2% de compensación por lo perdido el año pasado. Los gremios rechazaron la propuesta, y pidieron que esa cláusula de revisión sea una cláusula de gatillo automática y pidieron discutir lo perdido durante 2018.

A diferencia de lo ocurrido en la provincia, en CABA sí hubo paritaria. En marzo de 2018, los gremios firmaron un aumento del 15%, sin cláusula gatillo. En tanto que los dos gremios mayoritarios, UTE y ADEMyS, rechazaron la propuesta y pidieron incluir la cláusula gatillo. En octubre, se volvieron a juntar y, en una medida arbitraria, Acuña no propuso una negociación, sino que informó a carpeta cerrada que habría un nuevo aumento del 10%. Finalmente, y ante la falta de acuerdo, Rodríguez Larreta impuso en diciembre, a través de un decreto, un aumento total del 35%, más un bono de 7 mil pesos.

Para este año, 14 de los 16 gremios firmaron una paritaria del 23% en tres tramos y dos cláusulas de ajuste automático contra la inflación, una en mayo y otra en diciembre. Pero no se mencionó nada de una recomposición salarial que compense lo perdido en 2018, por lo que tanto UTE y ADEMyS, no aceptaron la propuesta y se unieron al paro de 48 hs llevado adelante por CTERA. “Reclamamos que nos devuelvan el 15% perdido del año pasado y que este año haya cláusula gatillo. Ahora hay una cláusula de revisión semestral y una proyección de 23% para el año. No voy a discutir futuro. Voy a discutir los 15 puntos que se perdieron de 2018”, declaró el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y perteneciente a CTERA, Eduardo López.

El ataque del gobierno de Rodríguez Larreta a la educación tiene varios episodios. En abril de 2017, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reprimió a dirigentes

de los gremios docentes y a les maestres que intentaban instalar una Escuela itinerante en la Plaza de los Dos Congresos. Unos días después de esa brutal represión, un Policía de la Ciudad entró armado al colegio Mariano Acosta, tras realizarse una clase pública en defensa de la lucha docente.

Bajo el lema de una única “Universidad de Formación Docente”, el gobierno presentó a fines de 2017 el proyecto de UniCABA. El proyecto, de apenas dos carillas, fue ampliamente rechazado por toda la comunidad educativa, porque, entre otras cosas, fue inconsulto (no se invitó a la discusión a los sindicatos, a los 29 rectores de los Institutos de Formación Docente, a los no docentes y alumnes); ataca la autonomía de los institutos históricos al reemplazar la elección de autoridades de cada instituto terciario por un rector elegido a dedo por Larreta, esconde un ahogo presupuestario y busca mercantilizar la educación. Finalmente, el proyecto fue aprobado gracias a Cambiemos y tiene mayoría automática en la Legislatura, en el marco de un recinto completamente vallado y plagado de policías, que reprimieron a docentes y diputades que se encontraban reclamando en contra de la UniCABA.

Otro de los embates fue el intento a fines de 2018 de cerrar las 14 escuelas comerciales, el cierre de cursos en los nueve liceos y bachilleratos nocturnos de la ciudad, a través de la resolución n° 4055/18 del Ministerio de Educación de la Ciudad. A diferencia de lo ocurrido con UniCABA, la labor de la comunidad educativa logró instalar el tema en agenda y ganarle la batalla al discurso oficial por modular el sentido común, logrando que se diera marcha atrás con la medida, mediante otra resolución de Acuña, la 1169/19.

Por último, se dieron dos nuevos reveses para la ministra Acuña. Hace un par de días, la Sala III de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de la ciudad desestimó la apelación del gobierno porteño y confirmó la medida cautelar que suspende el traslado de la Escuela de Cerámica 1 del barrio de Almagro a Mataderos. La decisión del Ministerio de Educación porteño de trasladar la escuela al polo educativo artístico de Mataderos había sido comunicada a la comunidad educativa por medio de un correo electrónico. Otra vez, de manera unilateral y sin consulta previa. Además, tras cuatro meses de lucha, la justicia ordenó al gobierno porteño la reapertura del lactario del Jardín del Hospital Ramos Mejía, privilegiando el derecho de les 170 niñes de entre 45 días a 1 año de edad a la lactancia materna y el derecho de las madres trabajadoras a estar cerca de sus hijes en horarios laborales.

En este contexto hostil, la calle, la unidad y los lazos sociales, parecieran ser la única vía de escape posible para batallar frente al cinismo de un gobierno que, a diario, nos dirige a un camino cada vez más desolador.

La civilización o barbarie de Cambiemos: ‘Los Rubios’ mantienen a ‘Los Morochos’
20 feb 2019

Trascendió una presentación interna del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, comandado por Dante Sica, que despertó la polémica. La presentación, llamada “Leyes para la transformación productiva”, da cuenta de que un 20% de les contribuyentes aportan un 99,4% de la recaudación fiscal.

Hasta ahí, no hace más que dar cuenta de la realidad actual del sector laboral: mientras el sector formal y registrado está en un 20%, el 80% restante de la población que tienen algún aporte al fisco, se encuentra dentro de la bolsa del ‘trabajo informal’.

El dato económico,un índice negativo más que cosecha en estos tres años el gobierno de Cambiemos, que bajo el discurso del “es por acá” repetido a diario por funcionarixs, medios hegemónicos e intelectuales orgánicos propios de la derecha neoliberal, ha llevado adelante políticas públicas que han redistribuido el ingreso desde los bolsillos del sector trabajador hacia los del empresariado, tanto a nivel local como internacional.

Sin embargo, lo que generó polémica no fue ese dato, sino una imagen que representa ese número: unas pocas personas de tez blanca y de pelo rubio o castaño, vestidas con indumentaria de ‘ejecutive’, las cuales sostienen a muchas otras personas, de tez morena y cabellos oscuros, y en algunos casos, hasta con el pelo grisáceo, emulando a gente anciana.

En una instancia preliminar, podríamos involucrar a esta representación del Ministerio de Producción y Trabajo dentro de una serie de discursos que los integrantes del gobierno han propagado en distintas momentos y espacios y, a través de los cuales, podemos comprender cómo conciben la realidad. Esta serie de enunciados, también son compartidos por ciertas clases sociales “superiores”, que reproducen esta lógica con un desprecio profundo y arcaico. Un habitus colonial que se lee, solapado, en distintos discursos y que evidencian una suerte de violencia estructural racializada, una estigmatización clasista cotidiana contra las clases “subalternas”.

Esta imagen, de una minoría blanca, rubia y europeizada sosteniendo a una mayoría mestiza, criolla y morocha nos acompaña desde hace mucho tiempo y habita en las propias narrativas con las que este país aprendió a imaginarse a sí mismo. Es una reedición que prueba desacuerdos más profundos y antiguos acerca de cómo es el “nosotros” argentino, acerca de qué cuerpos humanos tienen derecho a representarlo y de cuál es su historia.

Los ‘nenes de oro’ al poder

Las elecciones presidenciales de Octubre de 2015 produjeron un hecho inédito en Argentina: por primera vez en la historia moderna del país, los sectores dominantes accedieron al control del Estado mediante un partido propio y el voto ejercido democráticamente. Nos referimos a un conjunto de familias patricias, como los Blanco Villegas (del lado materno del Presidente), los Braun (el Jefe de Gabinete, Marcos Peña), los Bullrich y los Luro Pueyrredón. Agreguémosle, más cercano en el tiempo, apellidos como Pinedo, Massot, Rodríguez Larreta, FrigerioTriaca.

Si bien la derecha ha gobernado los destinos de la Argentina, está vez lo logró mediante el voto democrático. Es decir, sin tener que recurrir al fraude patriótico (como en los ‘30); ni a golpes de Estado mediante el Ejército (como la Revolución Libertadora de 1955 y el Golpe Cívico-Eclesiástico-Militar de 1976), ni a golpes de tipo financiero, como las distintas corridas cambiarias de fines de los ’80. Por más que la vistan como el “mejor equipo de los últimos 50 años”, la derecha es tradicional, es conservadora. Este grupo de CEOs, que se autodefinen como republicanos, llegaron al gobierno para lograr una redefinición de la estructura económico-social y del ingreso, consolidando una dominación del capital sobre el trabajo.

En este modelo de acumulación, codificado en clave a valores neoliberales, no es relevante dar la discusión de esa desigualdad 80–20. No se discuten las causas de ese porcentaje de informalidad que hegemoniza el escenario laboral actual de nuestro país. Desde finales de 2015, parece haber un único horizonte de sentido orientador y ordenador de las prácticas sociales: la transferencia sistemática de ingresos desde las clases populares a los grupos concentrados a través de una retirada del Estado para asignarle primacía a la mano invisible del mercado como regulador, los cuales no solo representan, sino que ellos mismos conforman y dirigen. El esfuerzo los hacen ‘ellos’ por ‘nosotros’. Así ven el país.

La fractura social inherente al ser argentino: blancxs europeizados manteniendo a negrxs

Semióticamente, podemos leer todo un sistema de signos interesantes en esta presentación interna del Ministerio macrista. Permite orientar la forma de cómo los actores sociales, hoy dominantes, se reconocen a sí mismos, y cómo construyen a un otrx, alterizadx, racializadx e inferiorizadx y descalificadx.

Quienes están en la parte inferior (el 20%) visten ropas que simbolizan al estereotipo históricamente construido del ‘profesional’, con estudios universitarios. Además, tienen algo así como una boca y un gesto de esfuerzo ante la carga de ese 80%.

Al igual que una propaganda de la Junta Militar, donde mostraba a unos ‘empresarios’ -igualmente trajeados y vestidos formalmente como ‘esxs pocxs rubios’- eran encerradxs por un techo, representado por la palabra ‘dólar’, y un piso representado por la palabra ‘costos’. Cuando se levantaba el techo y subía el dólar, inmediatamente subía el piso, o sea, los costos y también la inflación. El spot mostraba que, la solución encarada por el entonces José Alfredo Martínez de Hoz como política financiera, era bajar los costos para los empresarios. Algo que escuchamos a menudo en bocas del establishment actual, intentando debatir una reforma laboral que desregulare y flexibilize al mercado laboral.

En tanto, quienes están arriba de la imagen (el 80% restante, de trabajos informales, precarios y precarizados), son representades como gente inanimada, amuchada, que posa inmóvil e inmovilizada, con sus manos en los bolsillos, esperando ser ayudada por esos pocos. Se asocia a la creencia de que sus estilos de vida son los que la provocan esa informalidad y no las cuestiones socioeconómicas. No tienen rostro ni boca. Por ende, podría inferirse que no tienen voz. Y si no tienen voz, no pueden participar, volviendo a épocas donde ciertas porciones de la población no tenían derecho a participar. Además, esa figura amorfa deviene en una caracterización a través de la carencia, presentándolos como personas que carecen de iniciativa y agencia política. Pero además, la idea de carencia se traslada a todos los ámbitos de la vida y la cultura que es percibida como disfuncional al sistema hegemónico.

Cuantitativamente, la mayoría de esos pocos que sostienen son varones y la minoría son mujeres, mientras que, de esa muchedumbre que, está en la parte superior de la imagen, se invierte la ecuación: la mayoría son mujeres y la minoría, hombres.

Lxs asalariadxs, les destinatarixs de planes sociales, les sectores que reciben subsidios del Estado, son “privilegiadxs” que viven a costa del esfuerzo de esa élite que genera -según su visión- la riqueza de la nación desde tiempos inmemoriales.

70 años de fiesta

Tomando lo esbozado por el Doctor en Historia Ezequiel Adamovsky en su ensayo para la revista digital Anfibia, Un país llamado Peronia, la imagen reactualiza un debate jamás zanjado desde la creación de la nación: la Argentina imaginada de las elites aristocráticas de una nación “blanca”, más proclives a autoidentificarse con lo civilizado de lo europeo, más que con lo barbárico del criollo o pueblos originarios, mestizos e impuros.

Esas cuestiones están latentes en las relaciones sociales. Lo que distintos autores denominan “fractura social” no es algo que surge porque sí. Hay una serie de procesos sociales históricos de más larga data y que la coyuntura los activa.

La ilusión de que el país fuese algún día otra cosa. Una Argentina, que debió haber sido tal como lo imaginaban las civilizadas y letradas familias patricias y aristocráticas y que no es. De ahí la frase esgrimida por Macri en el Foro Económico de Davos de 2018, “En Sudamérica todos somos descendientes de europeos”.

Expresan una cosmovisión del mundo, una manera de ver y entender las relaciones sociales. Son prácticas y comportamientos a veces explícitos, otras veces velados. Hay una serie histórica de representaciones de ese 80% que ha ido creando sentido común. Comenzando por la matanza indiscriminada de los pueblos originarios, y luego la invisibilización de lo indígena en las representaciones sociales del sentido común de la sociedad argentina; pasando por ‘el criollo’, la irrupción del ‘cabecita negra’ en una Buenos Aires sede de colonizadores y no de colonizados, y que devino en el ‘villero’, la encarnación del pobre urbano en la Argentina, tiene la marca de su condición nativa o indígena sintetizada en la palabra ‘negro’.

Los argentinos crecimos, porque aprendimos y comprendimos que de 70 años de fiesta, sobre todo en los últimos 15 años, no se sale en tres”. Esos 70 años que se hacen tan presente en el imaginario de Macri y en el resto del autodenominado ‘patriciado’ argentino, sobrevuela esa imperdonable irrupción en lo histórico aquello popular que derivará con los años en ‘populista’. Como escribió el sociólogo Nicolás Casullo, es un síntoma que un desarreglo donde se comprobó en cada circunstancia histórica que cuando la política efectivamente politizaba, cuando representaba lo representado, cuando eso político politizado actúa damnificando el pacto previo que instituyó culturalmente poderes y dominios, la política se convertía, a los ojos de la ‘razón racionalizadora’, en un incordio, en “una enfermedad”, en una peste a excluir.

En 2016, al Presidente del Banco Nación Javier González Fraga lo dejaba claro: “12 años donde le hiciste creer a un empleado medio de que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior, porque eso es todo una ilusión, eso no era normal”. En esta expresión conviven ciertas configuraciones de clase que traducen una disputa ideológica inherente a nuestro sentir como nación: están los “negros villeros” y está la “gente de bien”, que cree habitar un país con linaje europeo, que se desmarcan simbólicamente y se autopiensan como no “villeros”, ni “negros”, ni “de mierda”, ni tienen “planes sociales”. Lo que, en definitiva, reaparece es el discurso de la “civilización o barbarie” que jamás suturó.

Mi único héroe en ese lío
22 ene 2019

Hoy cumple años el Indio Solari. El de las risas pillas. El ladrón de mi cerebro. Mi único héroe en este lío. El que luce como un botija rapado. El que abrió el show de Tandil en marzo de 2016 con “Nuestro amo juega al esclavo” recordándonos que aquellos nenes de oro que lograron ganar la batalla cultural imponiendo en el sentido común una cosmovisión que no es la del brepo de a pie (al que precarizan y usan como tropa de la guita y chimpancé), retiran mientras van ganando. Porque esa es su dulce macumba. Mientras tanto, nos siguen enturbiando los sentidos con esa vieja cultura frita. Mediante buitres con carnadas finas, diciéndonos qué y cómo pensar a través de narcóticos maquillados. Sabrosas telefotos, noticias de ayer que tragamos sin culpa con tu tortura de TV, siempre así. Violencia es mentir. Sino, siempre habrá muchos marines de los mandarines, robocoops sin ley y formidables guerreros en jeeps para algún teatro antidisturbio.

Y vos, ¿de qué lado de la mecha te encontrás?

El que Mr. Parkinson le intenta flaquear sus sienes ardientes, tan productivas a la hora de no agotar el sentido de discursos que, si nos ponemos en semióticos de corte académico, viven a través de metáforas pillas toda una gama inagotable de las condiciones de producción que lo fueron moldeando y también discursos a los que les contesta.
Felices 70 años, querido verborrágico monarca.

EL FÚTBOL, PATRIARCAL Y ANDROCÉNTRICO
22 ene 2019

Desde tiempos inmemorables, las mujeres son víctimas de los más sutiles micromachismos, naturalizados en la vida cotidiana. Son sometidas a estereotipos y encasilladas en lugares donde, no sólo se las denigra y rebaja, sino que las condena a estar varios escalones por debajo de los hombres.

He aquí uno: el diario español Marca, publicitó en su perfil de Twitter, la entrevista que le realizó a la jugadora argentina Estefanía Banini, actual jugadora del Levante español y de la Selección Argentina, definiéndola como ´la Messi femenina’. Si bien, la capitana de la selección Argentina de fútbol femenino, agradece ser comparada con Lionel Messi, prefiere ser recordada y nombrada por su nombre y propios méritos futbolísticos. Esta, es una clara muestra de que en el que la sociedad española- pero extrapolemos este ejemplo hacia cualquiera- predomina el androcentrismo. El patriarcado es androcéntrico y falocéntrico.

¿Qué es el androcentrismo?

Mercedes Bengoechea (2001) lo define como “el centrarse en el varón, lo que supone la consideración, probablemente, a un nivel inconsciente, donde el varón es el patrón, el modelo, la norma de todo comportamiento humano”.

Toda estructura social está presente en el núcleo de la interacción, bajo la forma de los esquemas de percepción y apreciación inscritos en el cuerpo de los agentes. Estos esquemas se interponen desde el principio entre cualquier agente y su cuerpo, porque las reacciones o las imágenes que su cuerpo suscita en los demás y su percepción personal de esas reacciones están construidas con esos esquemas.

Aunque son sujetas de derecho, la sociedad no está hecha por y para mujeres, sino que las mujeres viven inmersas en una sociedad diseñada por y para hombres. Al ser androcéntrica, se configura a la mujer teniendo como norma las expectativas sociales sobre lo que ‘debe ser’ y termina siendo lo que la sociedad espera de ella. Al anclarse la representación de lo femenino a un referente masculino, no sólo que se oprime más al oprimido y a su historia, también oprimida y silenciada, sino que se naturaliza esa opresión.

Banini, bajo este contexto, no es esperable que sea Estefanía Banini ni sea comparada con alguna futbolista argentina o de otro país, sino que el mandato socializador establece que debe ser “la Messi femenina”. Ahí es dónde hay que dar la batalla, para desmontar esa lógica que establece que las mujeres futbolistas deben tener que ser como los varones futbolistas. No. “Las mujeres deben no ser como”, resalta la periodista Ayelén Pujol.

La violencia patriarcal, no es una anomia ni una disfunción del sistema social, forma parte de él. Es constitutivo. El origen de la violencia contras las mujeres debe buscarse en las estructuras simbólicas y materiales sobre las que se asienta el patriarcado. Y en las definiciones sociales, soporte sobre el que se asienta el imaginario colectivo patriarcal, que se apoya en valores anidados en el espacio simbólico. Es en este espacio donde se gesta la complicidad inconsciente del oprimido con el opresor, que facilita la hegemonía del patriarcado.

El reclamo por la igualdad está llegando a espacios que siempre estuvieron reservados para los hombres. Hoy, la mujer disputa activamente roles que históricamente le fueron negados y que han sido socialmente ‘naturalizados’ como masculinos y donde se construye y reproduce la masculinidad.

En el fútbol, también se va a caer

La mujer ha sido siempre víctima de un discurso patriarcal naturalizado en la sociedad, desde los distintos aparatos ideológicos vierten la ideología dominante. Entre ellos, los medios. Ahora bien, ya tenemos una idea de cómo ha sido la mujer representada históricamente en los diferentes soportes de la cultura de masas. En un reducto por demás masculinizado y misógino como el fútbol, ¿cómo los medios masivos de comunicación, entendidos como mediadores culturales, en la operación de representar a las mujeres futbolistas, contribuyen a mantener prácticas y estereotipos vigentes impuestos por la sociedad patriarcal?

Partamos de una certeza: si bien la realidad existe fuera del lenguaje, ésta está constantemente mediada por y a través de el. El lenguaje, no es sólo el recurso de la praxis humana por excelencia, ya que a través de él logramos satisfacer nuestras necesidades materiales cotidianamente, vinculándonos con los demás. Sino que, además, es nuestra herramienta más importante para comprender el conjunto de elementos culturales que dan cuenta de nuestro mundo social y la posibilidad de transformarlo.

El lenguaje ordena. Clasifica. Perpetúa las relaciones de dominación. Es una construcción histórica y cultural, pero principalmente, una relación de poder. Es a través del lenguaje y del discurso que se ha mantenido la subordinación de la mujer. Por algo decía Foucault que el poder conduce conductas. Es decir, tiene la posibilidad de ampliar o restringir el campo de acción de los otros. Así, afirma que la relación entre hombres y mujeres es una relación de poder, donde el hombre conduce la conducta a la mujer de acuerdo a los parámetros que él establece.

La operación de códigos de uso naturalizados esconde, tras esa transparencia y naturalización, la habilidad para ocultar las prácticas de codificación como efecto ideológico. Es decir, detrás de la no mención de Estefanía Banini y su reducción a ser “la Messi femenina”, hay una solapada intención de escribir, en estos discursos significados, prácticas y usos propios de la cultura dominante, es decir, el patriarcado.

Si los principales propulsores de la palabra siguen replicando un discurso androcéntrico, falocéntrico y patriarcal, seguirá legitimándose las violencias hacia la mujer. Ante esto, es necesario que lxs lectorxs, tengan una visión más crítica acerca de cómo los medios tratan a la figura de la mujer.

Valiéndonos de Stuart Hall, si bien la instancia de producción/codificación de los mensajes mediáticos, no pueden determinar ni garantizar que sus mensajes sean decodificados por las audiencias en la misma dirección en que fueron codificados, sí pueden intentar dirigir esa interpretación a través de un patrón de lecturas preferenciales.

Los medios saturan nuestra cotidianidad. Pierre Bourdieu habla de instituciones con ‘fuerzas históricas de deshistorización”. Aparatos que se encargaron de eternizar las estructuras de dominación a través de mecanismos que se configuran como instancias de una violencia -invisible e invisibilizada- que excluye, prohíbe o estereotipa a las mujeres. Entonces, decirle a Banini “la Messi femenina” aparece, a priori, como una no violencia, algo que forma parte de un orden natural, ajeno a cualquier voluntad humana y por ende, más allá de lo social. Naturalizada, esta relación oculta que detrás hay una trama de sentidos construida históricamente mediante relaciones de poder, nada naturales, sino históricas y sociales.

La visión androcéntrica hace que veamos como normal estos usos del lenguaje, pero en realidad, lo que hace es mantener las relaciones de poder y de dominación masculina. El lenguaje sigue siendo uno de los principales instrumentos de una violencia simbólica, amortiguada, insensible e insivible para sus propias víctimas. Inmerso en la sociedad, a través de él se reproduce la hegemonía patriarcal.

Así, los medios fomentan una imagen estereotipada, porque los puntos de vista y opiniones de hombres y mujeres se concentran en asuntos y roles tradicionalmente se les han asignado. Es necesario desmontar la lógica patriarcal imperante, como la que vemos en este diario, donde parece que las luchas que están dando las mujeres sólo sirven para conseguir lugares en los espacios construidos por y para hombres, cuando las luchas se da por espacios por y para mujeres. El fútbol, en tanto fenómeno de masas y uno de los reductos donde la desigualdades entre hombres y mujeres es más que evidente, es uno sólo. Cuando la pelota corre en cualquier lugar, da igual que la patee un hombre a una mujer. La diferencia es un acto meramente del dominio cultural.

De lo contrario, seguirá encarnándose en las subjetividades las estructuras dominantes. En palabras de Bourdieu (1994) “el orden social funciona como una inmensa máquina simbólica, que tiende a ratificar la dominación masculina en la que se apoya”. La efectividad del poder está cuando normalizamos nuestras prácticas cotidianas; cuando inconscientemente naturalizamos ciertas acciones, las aceptamos y reproducimos, estamos sometiéndonos a él y al mismo tiempo ejerciendo poder.

EL FEMINISMO (MEDIÁTICO) DE CAMBIEMOS
31 dic 2018
Fuente: Infobae

“Es un orgullo estar todos juntos en una semana especial que estamos viviendo en la Argentina. Todos tenemos que entender que esta revolución de las mujeres es hoy un eje del siglo XXI que estamos viviendo. Estamos asumiendo ese desafío y esto que nos pasa nos incluye absolutamente a todos”. Con estas palabras, el presidente Mauricio Macri lanzaba, un par de días después de la irrupción potente de la denuncia de Thelma Fardín ante Juan Darthés, el Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos (PIOD 2018–2020), a través del cual el gobierno impulsará un conjunto de políticas públicas -muy poco claras- coordinadas entre todos los Ministerios para promover y garantizar la igualdad de género. Paradojalmente, el anuncio lo hizo él parado ante un grupo –en su mayoría, mujeres- todas sentadas rodeándolo en la Quinta de Olivos, demostrando una imagen que contradice plenamente sus dichos, y que refuerza más las jerarquías de un mundo al que los gobiernos neoliberales y sus agendas adscriben: el poder y el saber son vertidos por el hombre.

Fuente: Cuenta oficial de la Gobernadora provincial María Eugenia Vidal

Por su parte, la Gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, también aprovechó la coyuntura para hablar al respecto en sus cuenta de Twitter: “Desde el Estado estamos acompañando para que las mujeres no estén solas. Tenemos la aplicación Seguridad Provincia para que las víctimas de violencia puedan hacer denuncias anónimas y sin ir a la comisaría, y la línea 144”.

Ante esta inclusión en la economía discursiva oficialista de los temas de género, ¿por qué un gobierno de derecha, neoliberal, busca apropiarse de demandas del feminismo? ¿Ante qué operaciones de construcción de sentido nos enfrentamos? ¿Estamos ante un cambio de rumbo en las políticas públicas de un gobierno que desfinanció año a año todo tipo de programas para combatir y erradicar las violencias hacia las mujeres, o estamos ante una nueva adaptación del relato hegemónico para engordar el sentido común, haciéndose eco de ciertas demandas pero no atacando las lógicas fundantes del sistema opresivo?

Como sostiene Michel Foucault, siempre que hay poder, hay resistencia. Ante la irrupción de les feminismos como sujetxs que vienen a repolitizar una escena despolitizada por el poder y las elites, ¿cómo la derecha dominante busca nutrirse de estas resistencias para hacerla funcional al poder?

¿Por qué Cambiemos levanta esta bandera ahora?

En principio, porque le conviene. Anteriormente, en CLV leíste un muy buen análisis sobre cómo Cambiemos va de la individualización al ‘vos’. Todes sabemos que el relato macrista se construye mediante encuestas, focus group y big data. Para quienes pergeñan el rumbo de la coalición, hoy se asiste a una nueva preeminencia de las políticas de la reputación, donde les polítiques se vuelven, sobre todo, superficies. Seres miradxs, calificadxs y rankeadxs en el espectáculo del mundo.

Los discursos no son ni neutros ni transparentes, todo el tiempo están siendo puestos en juego y tensionando sentidos desde posiciones asimétricas de poder, en determinado momento y bajo determinadas condiciones históricas. Posterior al G-20, las palabras de Mauricio Macri, acerca de su esposa Juliana Awada, son gráficas: “Las mujeres estaban encantadas. La mujer tiene un rol fundamental en la familia, en la vida de los líderes”. Y remató, en TN, cuál es el rol en su vida: “No en lo que hago y las decisiones que tomo, sino justamente en mi estado de ánimo”. La derecha conservadora no se permite pensar a las mujeres por fuera del orden familiarista de los mandatos tradicionales: esposas, madres.

En 2018 donde salieron a flor de piel un conjunto de desequilibrios económicos, muchos profundizados o autogenerados por las políticas de transferencia de ingresos aplicadas por el gobierno. Según lo informado por el Indec hace unos días, la economía Argentina está en recesión y lo estará, según el relato oficial, hasta mitad del año que viene. ¿Qué significa esto? Cuando se hilvanan dos trimestres seguidos con pérdida del Producto Nacional (PN), la economía de un país cae en recesión. A la caída interanual del 4,2% registrada en el segundo trimestre del año, se le suma la de 3,5% en el tercer trimestre.

La inflación de 2018 será mayor de 45%, la más alta desde aquel 84% de 1991, momentos en que la economía argentina había virado hacia una convertibilidad que instauró que un peso valía lo mismo que un dólar, y que derivó en la hecatombe económico-político-social de inicios de este siglo. Además, si medimos el acumulado en 3 años de gestión Cambiemos, el número de la inflación asciende a 163%, contra un 121% de incremento de los salarios registrados del sector privado. A eso, hay que sumar que el peso se devaluó un 100% en lo que va del año, sólo superado en el mundo por la moneda venezolana.

El Ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, anunció que para el 2019, las paritarias no deberían (y no deberán, según el prisma neoliberal con que este gobierno ve la realidad) superar la ‘base’ del 23% previsto como inflación para el año que viene. A lo sumo, cláusula de revisión, que no tiene la obligatoriedad de ejecutarse como la cláusula gatillo. Mientras tanto, según datos oficiales del índice de Remuneración Imponible Promedio de Trabajadores Registrados (RIPTE) que elabora la secretaría de trabajo, entre enero y octubre de este año, los salarios de la economía formal subieron, en promedio, 26,1% contra el 39,5% de inflación en el mismo período. Es decir, un 13,4% de pérdida de salario real acumulado, algo que podría agravarse aún más con los dos meses que faltan medir de este año.

Con una desocupación en ascenso (el año cierra con un dígito: 9%), el dato de que por cada puesto formal/registrado que se perdió en el período septiembre 2017-octubre 2018, se crearon cinco en negro. Ni hablar de les jubilades, que tras la modificación de la movilidad jubilatoria avalada por la fracción del bloque de poder que representa en Congreso los intereses del capital local del índice y que la va de opositor (debería ser llamado opooficialismo), son el material de descarte. Según el informe Resultados del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) publicado a principios de noviembre por el Banco Central, en el año las jubilaciones se incrementaron un 28,47%, contra la inflación, lo que implicaría, posiblemente, entre un 15 a un 20% de caída real.

Si nos regimos por los datos oficiales del Ministerio de Hacienda, la deuda pública a fines de 2015 era de u$s 240 mil millones, un 53,6 % del Producto Bruto Interno (PBI). El último dato oficial, del segundo trimestre de 2018, muestra que la deuda trepó al 77,4 % del PBI y un monto total de u$s 327 mil millones.

Con estos números, cómo podés hablarle a una sociedad en términos de futuro, cuando casi la mitad de les niñes y adolescentes que en un lustro o menos se insertarán al mercado laboral, son pobres según un informe de UNICEF. El documento no sólo se refiere a los aspectos económicos, sino a derechos básicos para el bienestar, como la educación, protección social, vivienda adecuada, saneamiento básico, acceso al agua segura y un hábitat. Además, según lo estimado por El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), 13.2 millones de personas se encuentran bajo la línea de pobreza (33,6% de la población) o bien, viven en la condición de indigencia (6,1%). Vale recordar que, el mismo observatorio había estimado que, tras la salida en 2015 del gobierno Kirchnerista, la pobreza era del 29,7% y la indigencia, del 5,7%.

Como se ve, a medida que se van apilando números desastroso, y tomando como antesala las elecciones venideras, la derecha dominante busca producir e instalar en las subjetividades, una realidad tomada como verdadera, donde la recesión sea vista como inevitable, al igual que la transferencia de recursos del sector trabajo al sector capital y legitimar la frase del Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne: “En la Argentina nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno”. Y una semana es el protocolo de Bullrich, y otra es ponerse el traje de feminista. Todo suma para modelar subjetividades.

Discursos vs Políticas Públicas

En sus 3 años de gobierno, la coalición Cambiemos ha ido disminuyendo, de manera constante, las partidas específicas para financiar políticas públicas de género. Sin más, de los casi $4 billones que figuran en el presupuesto votado por el Congreso para el año 2019, solo el 0,13% será destinado a distintos programas ministeriales que buscan activamente disminuir las brechas de género que hay en Argentina. Asimismo, tomando el total de programas que contienen políticas destinadas al área para el año siguiente, y si lo comparamos con el presupuesto de 2018, se verifica una caída en términos reales de 19,1%. Lean este dato por demás contundente: en 2019, por cada mujer, el Estado Nacional gastará $11,36, menos que el precio de un boleto mínimo de colectivo en AMBA.

Sigamos con el presupuesto de 2019, que todavía tiene más datos que tirarían por la borda la idea de un Gobierno macrista con perspectiva de género, lo que motivó un reclamo formulado distintas organizaciones que trabajan la temática de género. En un acto del 8 marzo de 2018, la Directora del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM) presentaba a Mauricio Macri como “el feminista menos pensado”. Justamente, para 2019, el Instituto tendrá un presupuesto de $234 millones, aproximadamente $23 millones más de lo que recibió en 2018. Esa plata sería, en términos nominales, un aumento del 10,78%, pero si agregamos el promedio de la inflación empleado por el propio Ejecutivo para elaborar el presupuesto (34,8%), el INAM perdería, en términos reales, alrededor de 17,8% de presupuesto. Según el análisis comparativo que realizó el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), mientras el presupuesto para el INAM en 2018 representaba el 0,006% del presupuesto nacional total, para 2019 representa un 0,00005%.

Recientemente, se aprobó en sesiones extraordinarias del Congreso la ‘Ley Micaela’, que lleva el nombre de la joven entrerriana Micaela García, asesinada en abril de 2017 y vuelta a ser asesinada varias veces más por una justicia machista y patriarcal. En ella, se obliga a todes les funcionaries públicos que componen los tres poder del Estado (poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial) a recibir formación y capacitación en perspectiva de género, que estará a cargo del Ministerio de Modernización y del Instituto Nacional de Mujeres. Aún no se conoce si habrá una partida extra para el INAM, o si deberá afrontarlo con el presupuesto antes descrito.

Además, las líneas 137 (atención a víctimas de violencia familiar) y 0800–222–1717 (contra el Abuso Sexual Infantil), ambas dependientes del Ministerio de Justicia de la Nación, contarán con un 24% menos en términos reales, respecto de 2018. Mientras que, lo destinado a la implementación del Plan Nacional de Acción contra las Violencias tendrá una reducción presupuestaria del 55%, en términos reales.

En la Provincia de Buenos Aires, también hay una distancia entre lo mediático y lo concreto. Desde el año 2016, con la gestión de la gobernadora Vidal se inició un proceso de precarización laboral dentro de la línea 144. La línea está formada por un equipo interdisciplinario. Hay compañeras psicólogas, abogadas, comunicadoras, sociólogas, trabajadoras sociales seleccionadas por su experiencia en el tema. Por un lado, la Secretaría tercerizó la atención telefónica a través de Provincia Net, una empresa del Banco Provincia que se hace cargo de brindar los insumos para la puesta en marcha de la línea, al tiempo que contrata a quienes la atienden a través de contratos autónomos e inscriptas como empleadas de comercio.

Fuente: ANRed

Cintia Nucifora, delegada de ATE en la línea 144, en diálogo con Radio Sur 88.3, fue clara cuando le preguntaron por los dichos de Vidal: “No tenemos diálogo con Vidal. Hay un compañera que sigue despedida, en mayo nos despidieron cinco compañeras por luchar por la estatización de la línea. Con toda la solidaridad entre compañeras logramos reincorporarlas pero nos queda una por la que todavía no tuvimos respuesta. Y las chicas que fueron reincorporadas, no fueron reincorporadas a la línea. Por eso pongo en duda el compromiso de lo que se está planteando”. Les trabajadores de la línea habían sido despedides por participar en medidas de fuerza, sufrieron sanciones y descuentos salariales, de parte del gobierno provincial.

Según un informe del Observatorio de Femicidios del Defensor del Pueblo de la Nación, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2018, hubo 139 víctimas de femicidios, siendo la provincia de Buenos Aires la que lidera los números, con 42. Además, María Eugenia Vidal desarticuló y quitó presupuesto a varios programas relacionados con la temática de género. Además, desvinculó Estela Sánchez, responsable del Programa de Salud Sexual y Reproductiva de la Región V, una zona que trabaja sobre una población de 845 mil mujeres en edad fértil.

“Lo personal es político”

Fuente: Marcelo Javier Moreno

En momentos donde el poder y las elites necesitan que se instale en el sentido común una visión crítica de la política tradicional, se torna necesario repolitizar la escena. Y hoy en día, nadie expresa mejor esta lucha que el feminismo, porque actúa como una resistencia que disputa sentidos a esa visión despolitizadora de lo cotidiano que busca el poder. Y está más que claro que, quien se considere candidatx presidenciable para 2019, deberá incluir en su agenda la perspectiva de género.

En su libro “La guerra contra las mujeres”, la antropóloga Rita Segato afirma que el Estado es siempre patriarcal, y pese a su capacidad de captura, no puede secuestrar las luchas feministas por entero, ni monopolizar la política. Como bien dijo en una entrevista a Página 12, “El problema de la violencia sexual es político, no moral”. Y las mujeres están descubriendo su capacidad política para disputar sentidos para primero deconstruir esas pedagogías de la crueldad, y luego, construir una contra-pedagogía.

EL INFIERNO DE DANTE
16 oct 2018
Foto: Tomás Llorente

En uno de sus innumerables escritos de corte teológico, Jorge Luis Borges cuenta la doctrina de un obispo luterano sueco del 1700, donde sostiene que aquelles que vuelven del infierno al cielo, y aspiran su fragancia y oyen sus conversaciones, todo les parece fétido y tremendamente oscuro. Entonces, la solución que encuentra es volver al infierno porque sólo ahí es feliz. Dante Spinetta necesitó conocer en carne propia de qué va eso de la oscuridad mundana, experimentarla en primera persona para exorcizarla a pura prosa en su último disco, ‘Puñal’, lo que le valió una nominación a Mejor Disco Alternativo para los Grammy’s.

En la medianera entre el jueves y el viernes, Niceto fundió en un mismo escenario a los aires renovadores del trap, como Dak1llah, Ca7riel y Neopistea, con un exponente de la vieja guardia de lo urbano, como El Dante. Como boquea en ‘El Apagón, allá por los albores del 2007, seas quién seas. Bienvenide a mi escuela.

El show fue de corta duración, pero explosivo. Al haber pasado 7 años entre Pyrámide (2010) y su más reciente material, ‘Puñal’ (2017) –en esos años se reencontró musicalmente con Emmanuel Horvilleur y sacaron tres discos con Illya Kuryaki and the Valderramas-, se esperaba un line up más actual, pero apenas tocó un par de temas y se centró mucho en explorar ese flow de tiempos discorgráficos pasados, pero con la calidad y el sonido del hoy.

Si en su último material muestra, casi de manera introspectiva y segundeando al ego de épocas, el lado más oscuro y sombrío de su alma en clave urbana pero conceptual y con beats muy personales. En el vivo, nos muestra su reverso más conocido pero evolucionado: su visceralidad. Porque no hay que olvidar lo que el músico define en la letra ‘Mi Verdad’: “crecí entre humo y poesía. Entre rock ’n roll y dinastías”.

De esa carne en llamas emana luz. Y talento. Juega y se florea con una guitarra, explorando sonidos con sus pedales. Casi al abuso del recurso, distorsiona su voz y se divierte escuchándose volver a ese discazo de 2010 (“Pyrámide”), para contar la historia de Gisela con el gobernador o pedirle al público que tome distancia que va a explotar. Pa tras dale pa tras. Todo un frontman que tiene bien ganado su lugar.

LA VALORIZACIÓN FINANCIERA EN ARGENTINA
02 oct 2018
El presidente de facto Jorge Rafael Videla tomando juramento al Ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz (FOTO: Clarín)

El Golpe Militar de 1976 puede ser visto como un ‘intento refundacional’ de la sociedad argentina. Ante la dificultad de la clase dominante de formar un partido político orgánico de derecha y transformar sus intereses en hegemónicos[1], se recurrió a la intervención del aparato represivo del Estado[2] con el objetivo de modificar estructuralmente[3] las bases económicas, políticas y sociales (Tarcus, 1992: 57). Por un lado, se produce una reestructuración del tipo histórico de Estado capitalista, que desarticula a los sectores productivos y asegura, mediante la apertura y desregulación de la economía, una redistribución de los ingresos hacia los sectores dominantes del capital, puntualmente al concentrado interno (Basualdo, 2001: 51). Y además, se produce una reestructuración de las relaciones entre el capital y el trabajo, disciplinando a sangre y fuego[4] a la mano de obra mediante la reducción del salario real y la expulsión de trabajadores del mercado.

El presente trabajo va a centrarse en el cierre de un ciclo histórico de acumulación capitalista, basado en la industrialización sustitutiva, para instalarse en las puertas de uno nuevo, basado en la valorización financiera (Basualdo, 2001: 41). Siguiendo a Tarcus (1992), cada ciclo implica una modalidad en la que el capital se acumula, pero también conlleva una modalidad específica de producción y reproducción de las clases y su vinculación orgánica entre capital-trabajo. Y no menos importante, necesita una determinada forma de Estado que garantice la existencia y reproducción de esas relaciones de producción.

El Modelo de Acumulación es la forma predominante de valoración del capital, los patrones de reproducción, inversión y usufructo del mismo (García Delgado, 1994: 67). Para enmarcar el pasaje de un régimen de acumulación a otro, es necesario definir al tipo histórico de Estado que, en palabras de Althusser (1995), aseguró la reproducción de las relaciones de producción en tanto capitalista[5] desde 1976 (O’Donnell, 1978: 14–17). Si entendemos al Estado como un producto de la sociedad al llegar a una determinada fase de desarrollo (Engels, 1894: p177–178), se debe considerar al Estado como una relación social[6], el componente específicamente político de la dominación[7] que articuló una determinada modalidad de acumulación (la valorización financiera), una forma de estructura de clases y un sistema ideológico dominante (Tarcus, 1992: 47).

Hasta ese momento, el modelo de acumulación se basaba en la producción industrial como eje fundamental. El Estado Benefactor orientaba la dinámica económica hacia el mercado interno, y al crecimiento de la ocupación, mostrando un significativo grado de concentración económica del capital extranjero[8] (Basualdo, 2001: p42). García Delgado (1994) afirma:

“El Estado de Bienestar presentaba en Argentina una situación más precaria que en los países centrales. La necesidad de desarrollar y modernizar el país es más producto de la voluntad estatal de alcanzar estos logros que de un movimiento natural del sector privado. De allí el enorme porcentaje de la producción total del país en manos de las empresas públicas y del empleo”. (p.66)

Ante factores externos, como el derrumbe en 1971 del sistema de posguerra de Bretton Woods, donde se reemplazó la paridad fija del dólar con el oro por un sistema de tasas de cambios flotantes, la crisis del petróleo, la revolución tecnológica o la crisis de la tasa de ganancia, García Delgado (1994) identifica el comienzo de la ruptura de la subordinación del mercado al control político que se venía dando durante el ciclo de la sustitución de importaciones, para invertirse la ecuación: serán los Estados quienes deban subordinarse al flujo global de dinero y competir entre sí, buscando nuevas formas de hacerse atractivos.

La ofensiva neoliberal, inaugurada con el régimen militar en nuestro país, no sólo comenzó a desarticular en términos políticos a las instituciones y funciones de ese Estado Benefactor aplicadas durante décadas, también lo hizo en término ideológico-culturales, desplazando del centro del proceso económico a la producción industrial e instalando la hegemonía del capital financiero bajo su forma especulativa (Tarcus, 1992 y García Delgado, 1994). A partir de 1976, comenzó a hacerse cada vez más visible un cambio en lo que Bourdieu (1996) llamó la “representación oficial del Estado”: una visión particular del Estado[9], conforme a los intereses y valores asociados a la posición particular de aquellos que producen el monopolio de lo universal.

Para García Delgado (1994), “el Estado pasó de ser un Estado impulsor a uno reasignador de recursos de un sector a otro de la economía, y luego su transferencia al exterior”. En paralelo a la desestructuración de la industria nacional, se apuntó a disminuir el peso social de los trabajadores y las instituciones históricamente conquistadas durante pasadas décadas (García Delgado, 1994: p58), lo que “provocó una manifiesta regresividad de la distribución del ingreso y un salto cualitativo en el nivel de explotación de los trabajadores con una severa y sostenida expulsión de mano de obra” (Basualdo, 2001: p42), El Estado orientó el diseño de sus políticas a la influencia de los sectores dominantes del capital concentrado interno[10] (Basualdo, 2001: p51). A través de una política monetarista y programas de ajuste estructural[11], como la Reforma Financiera de 1977, se dio inicio a una apertura económica irrestricta de bienes y de capitales[12] con fines especulativos, sumado a la irrupción de otro factor fundamental para consolidar el predominio del capital financiero sobre el trabajo: el endeudamiento externo del sector público y privado (García Delgado, 1994: p79–80 y Basualdo, 2001: p54).

En ese sentido, la fracción local del capital se constituyó en la dominante por dos factores: aprovechando las altas tasas de interés internas respecto de las tasas internacionales, no se endeudó para realizar inversiones productivas sino para obtener renta mediante colocaciones financieras[13]. El endeudamiento externo del sector público le proveía los dólares que luego serían fugados al exterior para reiniciar así el ciclo (García Delgado, 1994: p78). Los recursos que se fugaron tenían su origen en la redistribución del ingreso de los sectores del trabajo y la producción. A su vez, al asumir como propia la deuda del sector privado, se completó la transferencia de recursos de un sector a otro.

A mediados de la década del 70 nos encontramos ante un proceso de crisis de un modelo histórico de acumulación capitalista y su recomposición a otro. Una crisis en la forma del desarrollo social, de las formas políticas y económicas de regulación de un modelo capitalista (Tarcus, 1992: p55–56), junto a la crisis de una forma histórica de Estado como el Benefactor, incapaz de garantizar la reproducción de las condiciones de producción del capital.

A partir del Golpe Militar de 1976, la alianza entre el nuevo poder económico y el poder militar apuntó a transformaciones estructurales de la sociedad argentina, en lo económico, el sistema político y la sociedad civil (Tarcus, 1922: p57). Y comenzó a estructurarse, sobre la decadencia del anterior, un nuevo régimen de acumulación basado en la valorización financiera.

Esa alteración del modelo de acumulación exigía una transformación estructural de la forma histórica del Estado capitalista (Tarcus, 1992: p49). A medida que este nuevo patrón fue consolidándose, quedó cada vez más nítido el predominio del capital financiero sobre el productivo, lo que erosionó el capital construido por la clase trabajadora y significó una distribución crecientemente regresiva del ingreso (García Delgado, 1994: p50). Y que la función prioritaria que cumplía el Estado era la de asegurar el flujo de capitales mediante la desregulación económica, lo que significó otra transferencia de recursos a la fracción local del capital dominante (Basualdo, 2001: p107).

BIBLIOGRAFÍA:

Althusser, L. (1995); Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Freud y Lacan, Nueva Visión, Bs. As.

Basualdo, E. (2001): Sistema político y modelo de acumulación en la Argentina (Segundo ensayo), Universidad Nacional de Quilmes.

Bourdieu, P. (1996); “Espíritus del Estado; génesis y estructura del campo burocrático”, Revista Sociedad N°8, Buenos Aires, abril de 1996.

Engels, F. (1984): “El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado” en Lenin, V. (1918): “El Estado y la revolución”, Cap.1 “La sociedad de clases y el estado”.

García Delgado, E. (1994): Estado & sociedad (Cap. 2), Tesis Norma, Buenos Aires.

O’Donnell, G. (1978): “Apuntes para una teoría del Estado” en: Oszlak, Oscar (comp); Teoría de la burocracia estatal: enfoques críticos, Paidos, Buenos Aires.

Tarcus, H. (1992): La crisis del estado populista. Argentina 1976–1990, en Realidad Económica, Nº 107, Buenos Aires, Abr-May-1992, p. 40–67.

[1] Tarcus (1992) se vale del término ‘empate hegemónico’ de Portantiero (1973), para referirse a esta imposibilidad de la clase dominante de establecer sus intereses particulares como generales. En consonancia con esta hipótesis, Basualdo (2001) propone la adaptación del término gramsciano ‘transformismo’ para definir la construcción y consolidación de la dominación del nuevo patrón de acumulación en el período 1976–2001, donde la ausencia de un partido orgánico de derecha, es la fracción local del bloque de poder la encargada de cooptar al partido político que accede al gobierno una vez agotada la Dictadura Militar, a distintos integrantes de los partidos opositores y a diversas conducciones de organizaciones que conforman la sociedad civil, no para ensanchar su base social mediante la incorporación de ciertas reivindicaciones, sino para perpetuar esa dominación e impedir la organización y capacidad de cuestionamiento de los grupos subalternos. Es por eso que para el autor, es una estrategia negativa (2001: 43–51).

[2] Para comprender mejor los mecanismos del Estado en su funcionamiento ver Althusser (1995).

[3] Tarcus (1992) plantea una alianza entre el nuevo poder económico y el poder militar para transformar de manera estructural a la sociedad argentina.

[4] El aporte fundamental que realizó la Dictadura Militar a los sectores dominantes es el ‘aniquilamiento’ de buena parte de los cuadros políticos, mediante secuestro, tortura y asesinato, que hacían posible la organización y movilización de los sectores populares (Basualdo, 2001: 43–57).

[5] En el Capitalismo, así como el trabajador está desposeído de los medios de producción, el capitalista está desposeído de los medios de coacción, lo que entraña la emergencia de un tercer actor social que ejerce la supremacía de la coacción: las instituciones sociales. Es por eso que, según el autor, el Estado no respalda directamente al capitalista, sino a la relación que lo constituye como tal (O’Donnell, 1978: 6) El estado aparece así como una forma separada de la sociedad, aunque en realidad es un momento necesario de su reproducción (Tarcus, 1992: p45–46).

[6] Tarcus (1992) ve al Estado como una relación social se da en el nivel más abstracto y general. Si bien no todas las relaciones sociales remiten al Estado, éste sólo materializa cierto tipo de relaciones sociales de dominación, que integran a la vez a dominantes y dominados en una estructura social dada. Dentro del conjunto de las relaciones sociales que se producen y reproducen en una sociedad dada, el papel determinante está dado en última instancia por las relaciones sociales de producción. (p.44–45)

[7] En el contexto de un tipo histórico de estado capitalista como el burocrático-autoritario, O’Donnell (1978) ve a la dominación como la capacidad, actual y potencial, de imponer la voluntad sobre otros, incluso contra su resistencia. Al ser una vinculación entre sujetos sociales, la dominación se trata de una relación asimétrica y desigual por el control de ciertos recursos.

[9] El Estado para Bourdieu es una X (a determinar) que reivindica con éxito el monopolio del uso legítimo de la fuerza física y simbólica en un territorio determinado y sobre el conjunto de la población. Esa violencia simbólica, lo que agrega el autor a la definición de Estado que da Weber, se encarna a la vez en la objetividad bajo estructuras y mecanismos sociales y también en la subjetividad, en estructuras mentales adaptadas a esas estructuras (Bourdieu, 1996: p9).

[10] Basualdo (2001: p59–66) analiza el predominio que ejerció esta fracción del bloque dominante en detrimento de los acreedores externos y los intereses pagados por el endeudamiento externo en el período 1976–2001. Entre las razones, identifica que esta fracción local mantuvo ciertas prebendas obtenidas durante la Dictadura, como la promoción industrial o la transferencia de su deuda externa a la deuda del Estado, fugando al exterior los recursos destinados a la inversión pero sin afectar su nivel de consumo.

[11] Estos programas apuntan a que las economías nacionales se adapten a las nuevas condiciones de la economía mundial caracterizadas por los cambios tecnológicos, que demandan mayor flexibilidad en las empresas, una mayor descentralización de la producción y mercados mundiales más competitivos e inestables (García Delgado, 1994: p79)

[12] A partir de la estrategia diseñada por el plan Martínez de Hoz, se recurre a una apertura económica que termina por romper definitivamente con el modelo sustituísta semicerrado (Tarcus, 1992: p57). La Reforma Financiera de 1977 apertura en el mercado de bienes y de capitales, donde los productos importados con sus precios erosionan la producción interna (Basualdo, 2001: p54).

[13] A diferencia de otros países de la región, donde el endeudamiento que se generó se utilizó para la inversión y recambio tecnológico, en nuestro país fue utilizado de manera especulativa o transferido al exterior (García Delgado, 1994: p79–81).

BIBLIOGRAFÍA:

Althusser, L. (1995); Ideología y aparatos ideológicos de Estado, Freud y Lacan, Nueva Visión, Bs. As.

Basualdo, E. (2001): Sistema político y modelo de acumulación en la Argentina (Segundo ensayo), Universidad Nacional de Quilmes.

Bourdieu, P. (1996); “Espíritus del Estado; génesis y estructura del campo burocrático”, Revista Sociedad N°8, Buenos Aires, abril de 1996.

Engels, F. (1984): “El origen de la familia, de la propiedad privada y del Estado” en Lenin, V. (1918): “El Estado y la revolución”, Cap.1 “La sociedad de clases y el estado”.

García Delgado, E. (1994): Estado & sociedad (Cap. 2), Tesis Norma, Buenos Aires.

O’Donnell, G. (1978): “Apuntes para una teoría del Estado” en: Oszlak, Oscar (comp); Teoría de la burocracia estatal: enfoques críticos, Paidos, Buenos Aires.

Tarcus, H. (1992): La crisis del estado populista. Argentina 1976–1990, en Realidad Económica, Nº 107, Buenos Aires, Abr-May-1992, p. 40–67.

“LE VAS A PODER DECIR A TUS NIETOS QUE VISTE A MASSACRE EN ROMA”
18 sept 2018
Nota: Iván Isolani / Fotos: Belu Lorente

Versiones cargadas de surrealismo y psicodelia nos regaló la Massacredélica en el Teatro Coliseo. Dos y hasta tres generaciones de skaters y punks resignaron pogo pero disfrutaron del don de la experimentación de una excelente banda, que hizo instrospectiva y se reversionó. Recomendamos a Massacre en vivo. Mirá.

Walas vestido con un manto que le abarcaba desde el tobillo y le cubría la cabeza con una capucha. Una especie de yeti –confesaría luego- con una remera oscura un talle menos, dejaba el escenario con estilo. Esa no fue la primera imagen de la noche, pero qué más da. Como si fuera una pasarela peatonal donde solo caminan íconos del under. Altivo. Con su fisonomía orgullosa de saber que aunque los oídos estuvieran hipnotizados con el sonar de Heredarán la tierra y ya hubieran sido cautivados por la inicial Cuasidelictual, las miradas eran testigos, con tolerante beatitud, de esa especie de tigre de bengala glam punk que salía de escena para volver de y desde lo abstracto.

Los aplausos se entremezclaban con los “dale Gordo” o “vamos Massacre” característicos. “Hola a todas. A todos. A todes. Demasiada vanguardia dialéctica para mí” retrucaba el cantante, histriónico, empuñando el micrófono. No hubo megáfono y sí sombreros. Tampoco muñecas, salvo una de sus novias: un medio maniquí sin brazos. La Massacredélica fue algo más que un recital. Se puede acercar a una experiencia sensorial, donde Massacre dejó de lado (por un rato) la adrenalina del skate-rock para profundizar en su veta psicodélica y más experimental, logrando dar la impresión de lo novedoso pero sin resignar la agresividad de sus orígenes ochentosos.

“Mientras el capitalismo se arruina inevitablemente, desde Buenos Aires le decimos Muerte al faraón”. Distorsionadas las psiquis mediante los zumbidos extrasensoriales que Walas sacaba del theremín con la inscripción de la NASA. Es la revolución,
y sino será una revuelta más
. “Estamos en territorio italiano. Porque el teatro pertenece al Consultado italiano (está al lado). Así que, por un par de horas nos escapamos de la crisis”. Con una de sus múltiples fraseos, Walas Cidade intervenía posterior al cover de Jefferson Airplane, que junto a uno de Patti Smith, serían las canciones importadas en el inglés de mierda del personaje de Capusotto, Roberto Quenedi, pero de vuelta, qué más da.

Invitaron al coro Afrosound para tocar una versión increíble de El deseo. Si el tema original es una cátedra que simboliza la profundidad que se puede alcanzar tras un mazazo artero al mentón como “La virgen del Knock Out”, la distorsión que las múltiples capas de sintetizadores le aportaron a las guitarras completaban el pasaje a una dimensión nueva, más surrealista y donde la psicodelia manda. “Lo académico –señalando al coro– y el rock and roll –mirando hacia sus costados-”.

Dicen que la envidia no es desear lo que tiene el otro, sino que el otro no lo tenga. Por eso, gracias por haber venido y no haber ido a ver a Divididos, a Juanse o Fabi Cantilo” y nos mostraron que, además de toda la madurez sonora y de esos devenires misteriosos que encierran sus letras, los Massacre saben hablar del amor. Si no, decodificá la profundidad poética de “no les entraba tanto amor” o “flotaban orgasmos bajo el sol, condición que no cambiaba el diluviar”.

LA DELIO VALDEZ: YO ME LLAMO CUMBIA
04 sept 2018
PH Belu Gonzalez Fotografía

El sonido de La Delio hermanó los cuerpos en el Teatro Vorterix. Los despojó de cualquier diferencia social o material para fundirlos en un constante movimiento y meterlos de lleno en una de esas noches de cumbiamba. Desde que el acorde inicial de Negra, Ron y Velas, los distintos engranajes de la rueda del cumbión sonaron a la perfección para mostrarle a la gente cómo aplacar sus placeres: bailando cumbia se amanece.

La Orquesta de Cumbia Delio Valdez presentaba su nuevo disco “Sonido Subtropical” y el cumbiamberx se va a parrandear. Cercano a las raíces latinoamericanas y menos apegado al condimento nacional que podemos ver predominando en los programas televisivos. Por empezar, no hay una base de batería eléctrica, cosa que agudiza el sonido que motoriza cualquiera de las sonoras y orquestas del género: la percusión que aporta la tríada timbales-güiro-bongó/tambor alegre. No tiene el acordeón que en nuestro país explora Luis Ornelas, pero lo reemplaza con secciones de vientos que, cuando no dejan los pulmones, bailan y son poseídos por el poder del ritmo de esta orquesta cooperativa.

Tras la partida de La Negra Sarabia, se decidió reforzar la exploración de sonidos y abrirle las puertas a diferentes cantorxs para adornar y condimentar a la orquesta. Es así que, cuando le tocó salir a escena a Ivonne Guzmán, su voz calza perfecto con esa serie histórica de cantadoras que potencian aún más lo cantado. Lo mismo con el Black Rodríguez Méndez, avivado por los aplausos mientras se comenzaba apreciar su sonrisa debajo de los anteojos oscuros, que más que cantar, cuenta. Con su traje blanco impecable, con un colgante hecho de flores y un ramo de flores en la mano derecha que luego ofrendaría al centro del escenario. A ambos, así como cuando les tocó cantar al guitarrista Manuel Cibrian o al timbalero Pedro Rodríguez, el resultado es el mismo: se les llena la voz y el cuerpo entero de historias. “La noche no va a alcanzar / por eso canto esta canción”.

Uno encuentra en estas cumbias, en los vallenatos o en cualquier otro ritmo de la zona del norte de América del Sur y que se extiende hasta la comarca lagunera, en el norte México, historias, vivencias, sentires de los distintos pueblos. Amaneceres surcados al son de una cumbiamba, con la cervecita, ron o el aguardiente calentando los picos y encendiendo los cuerpos. Los sonidos que influencian a La Orquesta de Cumbia Delio Valdez, en muchos casos con más de 50 años macerando y esperando a ser oídos y puestos en diálogo con ritmos locales y las inquietudes de quienes los exploran, dan como resultado una reivindicación absoluta del Siglo XXI de su majestad, la cumbia.