Coordinar al equipo de desarrollo. Gestionar la demanda del cliente interno elaborando el plan de necesidades acordado. Identificar soluciones para atacar desvíos en los tiempos de los proyectos. Elaborar planes de actualización y mantenimiento de las aplicaciones. Manejar indicadores de gestión. Asegurar el cumplimiento de las buenas prácticas. – Motivar a los miembros del equipo. Controlar que el trabajo se realice con calidad.